El pueblo masái se divide en 5 clanes: los il-makesen, il-aiser, il-melelian, il-taarroseno y il-ikumai. Los masáis son una sociedad patriarcal, los hombres suelen hablar en nombre de las mujeres y de sus hijos tomando todas las decisiones que atañen a la familia. Los hombres más ancianos resuelven los asuntos de la comunidad. Hasta los 7 años los niños y las niñas se crían juntos pero a partir de esta edad los niños suelen alejarse de la aldea de su padre y las niñas aprenden a temer y respetar a sus padres y nunca deben estar cerca de ellos cuando comen.
Niños y niñas masáis en la escuela
A los 16 años los chicos se someten a la ceremonia de paso a la edad adulta por la cual se convierten en guerreros durante unos años. A partir de entonces compartirán muchos momentos de su vida con los compañeros de ritual, los llamados grupos de edad. Estos grupos de guerreros desempeñaban antiguamente una función de defensa del territorio pero hoy en día se dedican al pastoreo, la caza y algunas exhibiciones de su valor. Cuando un grupo de guerreros (en realidad pastores) va teniendo más edad cambia su estrato (escalón) en la sociedad con lo que van adquiriendo derechos como poder casarse, ser tenidos en cuenta en la toma de decisiones de la comunidad, etc. El estrato más alto es el de los ancianos que se reúnen en consejo para tomar las decisiones importantes que atañen a todo el clan.
Niños y niñas masáis
Las niñas también pasan por una ceremonia de iniciación a la edad adulta y a partir de este momento ya pueden relacionarse con los jóvenes guerreros, aunque en la mayoría de ocasiones su matrimonio está ya pactado por sus padres desde que eran pequeñas con algún hombre que tenga una buena cantidad de ganado.
Chica masái transportando niños
Los niños se crían en comunidad: cualquier persona adulta puede reñir y castigar a un niño desobediente. A los pequeños se les enseña a seguir las costumbres familiares y a respetar a sus mayores. Cuando crecen las niñas aprenderán las tareas domésticas y los niños las de cuidado del ganado. Los padres transmiten a sus hijos el conocimiento de las medicinas tradicionales así como lo rituales y tradiciones de los masáis.
En la comunidad masái, la importancia y posición social de un hombre se mide por la cantidad de animales e hijos que posee. De hecho, a un hombre que cuente con menos de 50 cabezas de ganado se le considera pobre. Con la ayuda de sus numerosos hijos y esposas, el masái espera llegar a acumular un gran rebaño que puede llegar a alcanzar los 1.000 ejemplares.
En la comunidad masái, la importancia y posición social de un hombre se mide por la cantidad de animales e hijos que posee. De hecho, a un hombre que cuente con menos de 50 cabezas de ganado se le considera pobre. Con la ayuda de sus numerosos hijos y esposas, el masái espera llegar a acumular un gran rebaño que puede llegar a alcanzar los 1.000 ejemplares.
Hombre masái con su ganado